Tipos de grasas
Una dieta balanceada no significa comer solo vegetales y frutas, por el contrario: lo que requieren este tipo de dietas es que se incluyan todos los alimentos que son necesarios para el funcionamiento de tu cuerpo y en este caso hay muchos tipos de grasas que son necesarias para ti.
Tal y como si fuera una película: dentro del mundo de las grasas hay buenos y malos. Unas funcionan para tu cuerpo, otras no tanto, ¿por qué? Porque no somos capaces de procesarlas. Esto no significa que las más ricas son las que nos hacen daño y las buenas son las aburridas, para nada.
Las grasas que consumimos comúnmente se llaman grasas alimentarias. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, las grasas se componen principalmente por triglicéridos, que se pueden partir en glicerol y cadenas de carbono, hidrógeno, oxígeno y ácidos grasos.
Toda esta teoría, que es tan difícil de digerir como las grasas malas, te la contamos para decirte que los ácidos grasos presentes en la alimentación humana se dividen en dos principales grupos: grasas saturadas y no saturadas. Del último grupo se derivan las grasas monoinsaturadas y las grasas poliinsaturadas.
Grasas saturadas
Las grasas saturadas son aquellas que incrementan el colesterol LDL, es decir el colesterol malo. Estos tipos de grasas están presentes en la grasa de las carnes, la mantequilla o la manteca de cerdo. A pesar de incrementar el colesterol malo, no significa que no las debes consumir nunca. Es recomendable regular las porciones para así crear un estilo de vida balanceado.
Grasas no saturadas:
Por otro lado, las grasas no saturadas o insaturadas :) se encuentran en productos vegetales y algunos pescados. Estas ayudan a disminuir el colesterol LDL. Las grasas monoinsaturadas están en el aceite de oliva o canola y las grasas poliinsaturadas están en las nueces, semillas de girasol, en el salmón y atún blanco, por mencionar solo algunos.
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Grasas trans
Estas grasas se dividen en dos grupos: las grasas trans de origen natural y las artificiales. Las primeras se producen en intestinos de animales y algunos alimentos derivados; los segundos, vienen de comidas producidas industrialmente (como las pizzas congeladas) y son consideradas como grasas no tan buenas para el organismo, por lo que es recomendable limitar su consumo.
Cómo incluir las grasas en un estilo de vida saludable :)
En el balance está la felicidad, especialmente si de comida estamos hablando. Qué rico es preparar una ensalada y como aderezo utilizar aceite de oliva o aceite de aguacate para obtener un sabor delicioso y que, además, aporte valor a nuestro organismo. Eso lo puedes hacer, lo importante es medir su cantidad.
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Para la Organización Mundial de la Salud, el consumo de calorías debe estar equilibrado respecto al consumo de energía que tengas en un día, si haces mucho ejercicio o eres una persona muy activa, necesitarás más. La recomendación es que el consumo de grasas no supere el 30% de la ingesta calórica total.
- Limita el consumo de grasas saturadas a menos del 10% en el consumo diario
- Limita el consumo de grasas trans a menos del 1%
- Y sustituye las grasas saturadas y grasas trans por no saturadas, especialmente poliinsaturadas.
Grasas en tu día a día
Dentro del tipo de grasas existen algunas que son necesarias y saludables para tu metabolismo En el caso de la cocina, las grasas de origen vegetal son muy buenas (aunque no todas). Lo importante al utilizarlas es tener en cuenta la temperatura que cada grasa (aceite) resiste a la hora de cocinar, ya que algunas pueden perder sus propiedades. Te recomendamos:
- Aceite de aguacate: Es muy bueno para cocinar gracias a su resistencia al calor.
- Ghee o mantequilla clarificada: Tiene un punto de humo alto, es muy buena para la cocina además su sabor es delicioso.
- Aceite de coco: Tiene un gran aporte para nuestro organismo, resiste altas temperaturas y es muy rico para cualquier tipo de plato.
- Aceite de ajonjolí: Es recomendado para platos salados. Su sabor es ¡delicioso!
- Aceite de oliva: A pesar de ser utilizado para cocinar, lo más recomendado es utilizarlo en frío en ensaladas u otros platos, después de que estén cocinados.
Cuidarte puede y debe ser divertido. Incluye tipos de grasas que sean buenas para ti y crea hábitos saludables en tu alimentación. La forma en cómo te relacionas con la comida, es el principio de un vínculo único contigo mismo.
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