Los problemas digestivos se convirtieron en nuestra otra personalidad: Pensar en nuestra salud digestiva es clave para un estilo de vida saludable, por ello te dejamos tres tips para que tú personalidad sea siempre la misma.
Cuidar el sistema digestivo
La relación que hay entre el sistema digestivo y tu estado de ánimo
Vamos directo al grano. El sistema digestivo o aparato digestivo es un conjunto de órganos que se encargan de procesar y descomponer las bebidas y alimentos que consumimos, para luego transformarlos en energía. Es un “cerebro” enfocado en que la comida cumpla su propósito.
Ahora, a pesar de ser un “cerebro” todo terreno, este personaje tiene sus límites, por ello nos marca alertas que se pueden transformar en enfermedades que van desde estreñimiento, acidez estomacal, hasta afecciones más graves. Por esta razón es tan importante cuidarlo.
Si cuidamos nuestros músculos con alimentos y con ejercicio, a nuestro intelecto con estudio y libros, ¿cómo cuidamos nuestro sistema digestivo? Con la comida. No se trata de entrar en un pánico alimenticio, pero sí ser conscientes de la alimentación. Aquí lo realmente importante es aprender a conocer tu digestión para saber qué te conviene y qué no.
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3 consejos para encontrar una buena salud digestiva
Encontrar una salud digestiva universal no es tan fácil como lo pensamos, simplemente porque no todos somos iguales. Existen personas que pueden sufrir reacciones a alimentos como el tomate o el huevo, como otros que son intolerantes a la lactosa. Es por ello que no existe una dieta milagrosa; sin embargo, sí un camino hacia una mejor alimentación.
En este punto lo valioso es que la alimentación empieza a convertirse en un proceso muy interesante: primero porque se le da el valor que tiene, gran parte del tiempo de una persona se enfoca en la alimentación; y segundo, si se comprende qué alimentos caen mal, es mucho más sencillo controlar esa dieta de manera balanceada.
Si estás buscando una mejor salud digestiva y quieres cuidar a tu sistema digestivo, préstale atención a los ingredientes que utilizas al cocinar y anota los que te producen reacciones negativas. Si tu problema es crónico es recomendable consultar a un nutricionista o médico funcional.
1. Consumir alimentos ricos en fibra
Cómo los alimentos ricos en fibra mejoran tu salud digestiva
Los alimentos ricos en fibra ayudan de gran manera a nuestra digestión. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, OMS, lo recomendable es consumir 5 porciones de frutas y verduras diarias. Por otro lado, las Guías Alimentarias para la Salud, recomiendan consumir por lo menos dos veces por semana legumbres como frijol, lenteja y garbanzo.
Aquí te dejamos algunos alimentos ricos en fibra (consúmelos de acuerdo a tu propia dieta):
Verduras:
Acelga, zanahoria cruda, espinaca, espárragos, remolacha, brócoli, champiñones.
Frutas:
Manzanas, bananos, melocotones, peras, mandarinas, ciruelas, piña.
Cereales:
Cereales integrales, pan de grano integral, arroz integral, avena.
2. Controla el consumo de lácteos
Incluye las leches vegetales en tu rutina diaria para una mejor salud digestiva
Son muchas las personas que son intolerantes a la leche o los lácteos, por lo que al consumirlas sufren de inflamaciones y/o dolores estomacales. En ese caso lo mejor es controlar su consumo. En ese caso una excelente opción son las bebidas vegetales, si están enriquecidas con calcio, vitaminas y minerales.
No olvides que éstas en realidad no son leches como se conocen comúnmente, no lácteos de origen animal, sino que la forma correcta de llamarlas es: bebidas vegetales.
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3. Disminuye el consumo de grasas trans
Existen múltiples tipos de grasas y entre ellas están las trans que provienen de alimentos producidos industrialmente y que se encuentran en galletas, dulces, pizzas congeladas, por mencionar tan solo algunos ejemplos.
La recomendación de la OMS es limitar su consumo al 1% del total de grasas diarias, es decir poco o nada. Estas grasas aumentan el colesterol malo de nuestro cuerpo (LDL) y puede provocar una acumulación de colesterol en nuestras arterias. Esto sucede porque no las podemos digerir.
Para mejorar tu digestión arma un menú que aporte los suficientes nutrientes a tu cuerpo y que no tenga compuestos que puedan afectarlo. Acostúmbrate a revisar las etiquetas nutricionales de los productos que compras y revisa su composición. Disfruta de un desayuno saludable, un almuerzo balanceado y una cena ligera, ojalá no tan tarde para que tu cuerpo logre digerir los alimentos antes de dormir.
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