Las responsabilidades, el trabajo, la rutina y la vida misma producen estrés que puede generar ansiedad de comer. En NATURE´S HEART® te damos algunas recomendaciones para manejar este deseo que poco o nada tienen que ver con el hambre.
El autocuidado: más allá de la ansiedad de comer
El autocuidado y analizar cómo nos sentimos hace parte de un camino de bienestar que todos debemos buscar. Tal vez suena sencillo; sin embargo, somos conscientes de que hacerlo es un proceso personal e individual.
Para ello, tener conocimiento sobre nuestro estado emocional y entender lo que pasa en nuestra mente y cuerpo tiene mucho valor, ¿por qué? Primero, nos damos cuenta de que no estamos solos y, segundo, hacemos un paso hacia adelante respecto a las posibles soluciones.
Conoce algunas pautas que te ayudarán a controlar la ansiedad de comer
¿Qué es la ansiedad?
Antes de conocer qué es la ansiedad de comer, queremos explicar lo que es la ansiedad, una sensación que, según el NHS, se manifiesta como un malestar, una preocupación o un miedo que puede ser leve o intenso.
La ansiedad es más común de lo que piensas, tanto que nos atraviesa a todos, la diferencia radica en su intensidad y en el tipo de sensación que genera:
- Puede producir pánico
- Fobias
- Estrés postraumático
- Ansiedad social
- Ansiedad de comer
Preocuparnos por el trabajo, el estudio, la familia, los amigos o por situaciones cotidianas produce ansiedad, algo que es completamente normal. Sin embargo, la situación se complejiza cuando no somos capaces de manejarlo.
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¿Qué es la ansiedad de comer?
La ansiedad de comer o hambre emocional es una sensación en donde se ingiere comida sin tener un sentimiento de hambre física. Ésta se produce por trastornos o conflictos emocionales que afectan la manera en que nos sentimos.
Al tener miedo, preocupación o angustia, se genera un deseo en el que la comida pareciera ser el único remedio capaz de calmarnos. Comemos de manera impulsiva con tal de disminuir el estado de perturbación en el que nos encontramos.
Es común que busquemos indulgencias como dulces, postres, comidas que en general tienen altas dosis de azúcar y que tienen una reacción química en el cuerpo, calmando temporalmente lo que sentimos.
Comes aunque físicamente no sientas la necesidad; después de ingerir los alimentos tienes una sensación de culpa; este instinto de comer viene de un motivo secundario que no es el hambre, sino la necesidad de calmar la angustia con alimentos.
¿Cómo manejar la ansiedad?
No existe una pócima mágica que elimine los síntomas de la ansiedad de comer. A pesar de ello, identificar que tienes reacciones alimenticias en momentos de estrés, es el primer indicio para buscar soluciones.
Asimismo, en NATURE´S HEART® buscamos algunas otras herramientas para manejar tu ansiedad en momentos de angustia.
Una buena alimentación
Llevar una alimentación balanceada y nutritiva es una manera de tener una relación sana con la comida. Prefiere menús que ofrezcan un balance para el cuerpo.
Frutas, vegetales, proteína, legumbres, carbohidratos, grasas saludables y agua son la base para esta tarea. Al incluir alimentos integrales, sin procesar, controlando el azúcar, tu organismo tendrá un mejor comportamiento.
Por otro lado, hay alimentos ricos en triptófano que pueden controlar la ansiedad por comer. Estos son los frutos secos, el pescado, el cacao o chocolate sin azúcar, los quesos, entre otros.
Controla el consumo de azúcar
No se trata de eliminar el consumo, simplemente administrarlo y dosificarlo. Tu organismo requiere un balance de azúcar, carbohidratos, grasas y proteínas para un óptimo funcionamiento.
Respecto al azúcar, busca fuentes naturales como la fruta y controla su consumo. La Organización Mundial de la Salud motiva una ingesta de cinco porciones de fruta al día.
La actividad física ayuda a controlar la ansiedad
Realiza ejercicio
Con el fin de controlar la ansiedad y/o la ansiedad de comer, el ejercicio o actividad física es una gran herramienta. De acuerdo a la OMS, el ejercicio reduce los síntomas de depresión y ansiedad.
Al hacer deporte se incrementan los niveles de serotonina, un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo y el control de las emociones. Al aumentar estos niveles en el cerebro, se contribuye a la reducción de ansiedad.
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